¡Los imprevistos de una boda existen! Éstos pueden hacer que todo se vuelva un desastre si no somos lo suficientemente previsores o resolutivos. 

¿Queréis unos cuantos consejos para que no se arruine la fiesta?

1.- INCLEMENCIAS METEOROLÓGICAS. Nadie puede controlar el clima, ¡ya nos gustaría! y aunque sabemos que lo tendréis más que estudiado para casaros un día en el que haya pocas probabilidades de lluvia o viento, el tiempo siempre puede hacer de las suyas.

SOLUCIÓN: Os aconsejamos que busquéis un lugar para la celebración en el que os den varias opciones si el clima no acompaña para no estropear la boda. Sería interesante que ofrecieran el alquiler de última hora de una carpa o que tenga salones interiores alternativos. Si alguna de estas opciones existe, no habrá por qué preocuparse. 

 

2.- INVITADOS QUE NO ENCUENTRAN EL LUGAR DE LA CELEBRACIÓN. Seguro que en las invitaciones lo habéis dejado más que claro y que lo habéis hablado con los asistentes que tenían alguna duda, pero siempre hay algún despistado de última hora que no sabe dónde tiene que ir. 

SOLUCIÓN: Si no hay contratado un servicio de transporte, no es mala idea dejar a alguno de los invitados de confianza como responsable del desplazamiento del resto de los asistentes. Alguien que se asegure de coordinar desde el punto de salida hasta el punto de llegada o, mejor aún, tener la figura de una wedding planner para que os eche un cable en esta situación, entre otras muchas que puedan surgir. 

3.- SE HA MANCHADO EL VESTIDO. Con la emoción del momento alguno de los dos puede haberse despistado y se haya manchado de comida, maquillaje o de cualquier cosa inesperada. 

SOLUCIÓN: preparad con antelación un kit de emergencia en el que pueda haber algún producto quitamanchas, toallitas húmedas e incluso tiza blanca para disimular la mancha en el traje de la novia. ¡Ah! incluid aguja e hilo por si se descose el vestido o salta algún adorno o botón. 

Y, sobre todo, tened en cuenta que si surgen imprevistos, nadie tiene por qué enterarse. Calma, positividad y que así el clima de la boda se mantenga arriba, ya sabéis: todo tiene solución. 

 

4.- ASISTENTES CON LOS QUE NO CONTÁBAIS. Puede pasar que haya alguien que se presente en la boda y que no haya confirmado su asistencia. En este caso, ¡qué no cunda el pánico!

SOLUCIÓN: Lo importante es dejar a los profesionales actuar. Los responsables del lugar de la celebración serán los encargados de reubicar el número de comensales por mesas para que les permita trabajar de la mejor forma y así que todo salga a pedir de boca. 

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